sábado, 17 de octubre de 2009

Desaprender lo aprendido


Entre una de las tareas que desarollo en mi vida, es la de ser tutora de un 5to. año de colegio secundario. Me agrada, es un rol que me ha dado un vínculo especial con los jóvenes.
A raíz del hecho que ellos ya están egresando del colegio, y todas las conductas que aparecen por cerrar esta etapa de sus vidas, me reuní con ellos, para saber como estaban ante esta circunstancia.
La conversación fue más que interesante, y cada uno iba contando como vivía este duelo, desde querer saltearlo pensando en el futuro, sacando malas notas, así postergan el egreso y vienen a rendir en marzo, levántandose por las mañanas e imaginándose que el año que viene no va a ser así, algunos manifestaron angustia, tristeza, etc... También salió el comentario de que la época en la que vivimos, fomenta otra cosa: el ahora, la imagen, zapingg, está todo bien, etc...no hay tiempo para preguntarse...
Fue un encuentro más que enriquecedor, pero en un momento tomó un giro que yo no lo esperaba, cuando uno de ellos me preguntó: "¿y vos, como viviste tu duelo de 5to. año?". Pregunta que me sorprendió, no porque viniera de un alumno, sino porque no tenía la respuesta.
Ahí caí en la cuenta de la manera en que aprendí yo, a cerrar etapas. Creo que mi generación tuvo la peculiaridad de no poder expresarse, ni siquiera de registrar su propio deseo, fuimos hijos de la "represión militar". No se decía nada, no se sabía nada, todo estaba controlado. No vivo esto con resentimiento, pero sí constantemente me cuestiona el modo en que aprendí, como en este caso, la expresión de las emociones. Mi secundaria fue tan diferente a la de ellos. Tampoco estoy diciendo que actualmente es mejor. Le hemos cambiado el signo al síntoma.
Lo que quiero decir, es que no nos han enseñado, y esto es una larga cadena generacional, porque nuestros jóvenes no saben hacerlo, porque tampoco nosotros sabemos hacerlo. Pareciera ser signo de debilidad, cuando en realidad es lo que más nos hace personas, seres humanos vulnerables.
Tomo para cerrar, una frase del sacerdote jesuita, Carlos Cabarrús: desaprender lo aprendido, me parece que esa es la clave.
Creo que todavía se puede.
Moni

4 comentarios:

  1. Después de todo, preguntárnos, nos hace sentir.... No?

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  2. Es como dice A. Lerner en una canción: dime si en cada respuesta hay una pregunta interior.
    Creo que a veces decimos lo que no sentimos.

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  3. Q lindo Moni!!
    Es una tarea grande aprhenderse
    Un besote grande

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  4. Gracias Virginia. Un abrazo y te agradezco que leas lo que escribo. Hay que seguir desaprendiendo para aprender.

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