sábado, 23 de enero de 2010

El cobarde cuida su imagen, el valiente su autoestima.


En el diccionario de la Real Academia española encontramos la definición del adjetivo de cobarde, como pusilánime, sin valor ni espíritu, en cambio explica como valiente,  a  lo fuerte y robusto en su línea, esforzado y animoso de valor, y casualmente, para este segundo adjetivo, posee mayor cantidad de definiciones.
A primera vista, las diferencias son evidentes, pero en la realidad, no acontece de manera tan concreta.
Muchas personas, detrás de sus armaduras y sus máscaras, guardan cobardías, actitudes que demuestran un espíritu débil. Lo que parece fuerte, no lo es. Aquel que grita más, que se impone, que no puede dialogar y recibir una opinión diferente, el que compite todo el tiempo a fin de no ser sacado de su puesto, cierto machismo cultural, y una lista que sería interminable, son actitudes de cobardía.
Con esto no afirmo que toda la persona lo es, sería menoscabarla, pero solemos movernos de modo escindido, en algunas lugares y con ciertas personas, escondemos quien realmente somos, un ser humano, con sentimientos y temores, como cualquiera.
Si nos vinculamos desde la armadura o la máscara, no hay duda de que preserveramos nuestra imagen delante de los otros, pero por dentro quedará un ser humano débil,  y solamente en su soledad, sabrá quien realmente es, y que no ha podido integrar aquellas zonas de sí, que incluso ante sus propios ojos son débiles.
Considero que la sociedad en las que nos movemos también promueve la cobardía, tapándonos de tecnología, de identidades falsas por internet, de un bien-estar que sólo piensa en sí. 
Y decir débiles, es hasta un error. Porque son justamente esos aspectos vulnerables, los que nos hacen más personas, seres humanos completos y solidarios con los otros.
Nos han hecho creer que Superman y la Mujer Maravilla, por decir heroes y heroínas de mi infancia, son los valientes, y no nos han mostrado, que valientes fueron aquellas personas que como nuestros padres, han querido traernos a la vida, criarnos, salir a trabajar todas las mañanas para darnos una educación. Por supuesto, nada de esto es taxativo, también quienes nos dieron la vida tienen aspectos débiles.
Lo que intento expresar, es que valiente es áquel que es capaz de sostener una autoestima sana de sí, defender su derecho de ser quien es, arriesgar cada día a amar y hasta a salir herido.
Me pregunto cuál será el filo hilo de la diferencia que sostiene a estos dos aspectos que conviven dentro nuestro.

3 comentarios:

  1. Uffffff.....
    Creo que Valiente es el que se anima a demostrar sus propias debilidades y fortalezas y hacerse cargo en cada momento de lo que es capás de sentir... y simplemente SER...

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  2. Gracias a usted señora, estoy aprendiendo a ser "Valiente"

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