Un hombre carente del sentido del olfato se durmió en medio de una plantación de cebollas. Vestía una espléndida túnica.
Cuando despertó, las personas huían de él en todas direcciones.
-¡Qué triste y solitario es el destino del esteta!- Se lamentó. Por falta de sensibilidad visual todas estas gentes se quedan sin gozar del espectáculo de la belleza.
El monasterio mágico
Idries Shah
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