Del libro "Senderos" de Amadeo Donnici, colega, poeta, amigo, compañero de camino
un corto viaje
miradas enlazadas
hacia un mismo firmamento
la posada
en el verde césped
dibuja un paisaje
sensaciones serenas
murmullos
algunas nubes
adornan
el celeste cielo
momentos
pequeños soles asoman
como calidez de los algodones
el lago brilla
camina
celebra
abandonando lágrimas
resucitando sonrisas
árboles añosos
espejo
experiencias
múltiples ramas encorvadas
ofreciendo sus manos
acariciando palabras
en un constante canto
masticando menta
compartiendo un mate amigo
fragante
y una amapola que nace
regresando
brota la orilla de la luna
el latido
de goces imprevistos
pide permiso la noche
caminando
abriendo surcos
se hace transparente la tierra
resistiendo
con menos fatigas
se escuchan
sonidos de campanas
sin alarmas
pide paso
alguna alegría
convierte la esperanza
esperando
luces en la sombra
alguna estrella
reinventando milagros
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