jueves, 29 de abril de 2010

"Sin miedo"

 
Sin miedo sientes que la suerte está contigo
Jugando con los duendes abrigándote el camino
Haciendo a cada paso lo mejor de lo vivido
Mejor vivir sin miedo
Sin miedo, lo malo se nos va volviendo bueno                     
Las calles se confunden con el cielo
Y nos hacemos aves, sobrevolando el suelo, así
Sin miedo, si quieres las estrellas vuelco el cielo
No hay sueños imposibles ni tan lejos
Si somos como niños
Sin miedo a la locura, sin miedo a sonreir

Sin miedo sientes que la suerte está contigo...

Sin miedo, las olas se acarician con el fuego
Si alzamos bien las yemas de los dedos
Podemos de puntillas tocar el universo, sí
Sin miedo, las manos se nos llenan de deseos
Que no son imposibles ni están lejos
Si somos como niños
Sin miedo a la ternura, sin miedo a ser feliz

Sin miedo sientes que la suerte está contigo...

Lo malo se nos va volviendo bueno
Si quieres las estrellas vuelco el cielo
Sin miedo a la locura, sin miedo a sonreir
 
 Rosana

lunes, 26 de abril de 2010

Las palabras no las lleva el viento...

Las palabras no las lleva el viento, las palabras dejan huella,tienen poder e influyen positiva o negativamente. . Las palabras curan o hieren a una persona. Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca".Las palabras insultantes o despectivas nunca han creado algo edificante. Con el uso de expresiones agresivas, lastimamos a las personas provocando heridas creando resentimientos y dolor , que se volverán a nosotros, …Una palabra amable: puede suavizar las cosas. Una palabra alegre: puede iluminar el día. Una palabra oportuna: puede aliviar la carga. Una palabra de amor: puede curar y dar felicidad. Una palabra irresponsable: puede encender discordias. Una palabra cruel: puede arruinar una vida¡ Las palabras son vivas!¡ Bendicen o maldicen, Alientan o abaten, Salvan o condenan! Cuida tus palabras ellas tienen poder!!!
(Anónimo)

jueves, 22 de abril de 2010

Capicúa

Agonía

Mejora Emocional

Mejora Emocional: Agonía


Posted: 21 Apr 2010 08:15 AM PDT
En ciertos momentos de la vida, estamos esperando que algo suceda, y sabemos que va a ser un hecho difícil de sobrellevar o, incluso, irreparable. En estos casos, nos embarga un estado de pena permanente en el que no sabemos si se producirá el hecho que no deseamos o, en caso de saber que lo inevitable acaecerá, nos provoca angustia saber exactamente cómo y cuándo devendrá el desenlace tan temido.
Algunas situaciones agónicas que me vienen a la mente son:
Cuando esperamos la partida de un ser querido: en caso de largas enfermedades especialmente, parece que el momento final no llega. Por un lado, uno desearía que termine el sufrimiento de quien la está padeciendo; por el otro, la mera idea de lo que estamos pensando genera culpa. Es usual fluctuar entre estos dos sentimientos, lo que tenga que suceder sucederá y lo importante es estar lo más en paz posible con nosotros mismos y con la otra persona.
Cuando sabemos que nuestra pareja no funciona: el peor momento es el que antecede a un divorcio o a una separación, porque sentimos que no pisamos tierra firme y no sabes qué nos deparará el futuro. Se fluctúa entre tantos sentimientos y posibilidades, se barajan opciones, se vuelve a intentar recetas que probablemente no dieron resultado anteriormente; además, la relación es una sombra de lo que fue, hay desamor, indiferencia, tal vez incluso maltrato. Una vez todo se resuelva, sentirás un alivio enorme, recuperarás toda la energía que se te ha evaporado tratando de salvar el vínculo, y, de a poco, tendrás la mente despejada para entender internamente si es algo definitivo o no. A esta altura, más allá de las circunstancias, aún no hay manera de saberlo.
Cuando se está por producir otro hecho desagradable (por ejemplo, están echando gente del trabajo, un juicio está por definirse de manera desfavorable, debemos enfrentar un problema y no queremos hacerlo o algo similar): acá la incertidumbre juega un rol decisivo que influye en nuestro estado de ánimo, y todo el proceso se vuelve agónico.
¿Qué hacer en estos casos?
Obviamente, no te puedo decir que eso a que le temes no va a  pasar. En ciertos casos es algo seguro, en otros, los milagros existen y algunas veces nos tocan a nosotros. Lo siguiente te va a servir muchísimo en caso de estar pasando por alguna circunstancia que te parezca una agonía:
Rodéate de gente querida: hay seres incondicionales alrededor de ti. A algunos los conoces, con respecto a otros, ni imaginas todo lo que pueden brindarte si te abres a ellos. El apoyo de quienes nos quieren y a quienes queremos es la mejor manera de sobrellevar este trance.

Busca ayuda profesional: si lo que sucede te sobrepasa o se interpone demasiado en tu vida diaria, un profesional de la salud (psicólogo o psiquiatra) que te apoye en el presente ayudará a aliviar la carga que traes.
Haz todo lo que consideres que puedes hacer, sabiendo que tanto tú como los profesionales involucrados (médicos, por ejemplo) tienen límites. Aceptarlos y entenderlos da paz.
Estar parados frente a la realidad, aunque es duro, es la mejor manera de armarnos. Ten por cierto que vas a salir de esto, al igual que pasaste otras situaciones difíciles en el pasado. “Lo que no te mata, te fortalece”, diría Nietzsche, y a su tiempo, de ésta saldrás fortalecido (aunque todavía no veas claramente la forma en que sucederá), rodeado de gente que te quiere y estará al lado tuyo, con la mejor buena voluntad.
LECTURA RELACIONADA: Los que ya no están

domingo, 18 de abril de 2010

La laguna congelada

Había dos niños que patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación, cuando de pronto el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua.
El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegó el equipo de rescate y vieron lo que había sucedido, le preguntaron:
-¿Cómo lo hiciste?-
-El hielo está muy grueso, es imposible que lo hayas podido quebrar, con esa piedra y tus manos tan pequeñas!!!
En ese instante apareció un anciano y dijo:
-"Yo sé como lo hizo"
-¿Cómo...??   Preguntaron todos al anciano, quien contestó
-"No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo"



Para pensar o no tanto, no?
Moni

lunes, 5 de abril de 2010

Declaración de domicilio

Declaración de domicilio (Letra)

 
 
 
 
 
El es mi sobrino nieto. Doy gracias a Dios de
poder verlo crecer.  Mónica) 
 
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Vivo en el lado oculto de la vida.
Yo voy por la vereda de la sombra.
Lo mío es el rumor de un arroyito,
el beso de la brisa entre las hojas.
Y las flores de plástico me duelen:
La tierra y las raíces me conmueven. 
Vivo en el lado desnudamente humano de la vida.
Vivo en el lado sagradamente humano de la vida. 
 
Vivo en el lado lento de la vida.
Amo lo que se gesta en el silencio:
Terco fluír del río en la llanura...
Los embarazos... Y el muy sabio invierno.
Soy figura emergiendo de la piedra.
Los montes me contagian su certeza.
Vivo en el lado pacientemente humano de la vida.
Vivo en el lado sagradamente humano de la vida.


Vivo en el lado tierno de la vida.
Voy desarmando fosos y castillos.
Ya no quiero ser duro pero muerto.
Prefiero vulnerable, pero vivo.
La falda de mamá... el olor de casa...
Y tu abrazo de amor que hoy me rescata.
Vivo en el lado entrañablemente humano de la vida.
Vivo en el lado sagradamente humano de la vida.


Vivo en el lado pobre de la vida.
Donde la sencillez airea tu casa.
Donde el “Te necesito” no avergüenza.
Donde nace del alma el “Muchas gracias”.
Donde nadie te lleva por delante
montado en “supervidas importantes”...
Vivo en el lado pequeñamente humano de la vida.
Vivo en el lado sagradamente humano de la vida.


Vivo en el lado manso de la vida.
Le creo solamente a los pacíficos.
Por eso me avergüenzan mis violencias:
Quiero a mi corazón quieto en su nido.
¡Triste arrogancia de los “ganadores”!
No subo el Monte Olimpo de esos dioses.
Vivo en el lado sufridamente humano de la vida.
Vivo en el lado sagradamente humano de la vida.

Vivo en el lado espeso de la vida.
Sangro la sangre de los doloridos.
No adoro ideas claras y distintas:
Dramático y más turbio es nuestro río.
¡Cruz de autenticidad esperando el alba...!
Y, oscuramente... Dios... eje de mi alma.
Vivo en el lado complejamente humano de la vida.
Vivo en el lado sagradamente humano de la vida.