domingo, 28 de febrero de 2010

En solidaridad

Me sentí movilizada a transcribir este texto, ante la interpelación de los diferentes acontecimientos mundiales, situaciones de gente querida que me ha tocado acompañar y algunas personales.
Moni


 


¿Cuándo recibimos verdadero alivio y consuelo?¿Acaso cuando alguien nos enseña cómo hemos pensar o actuar?¿Acaso cuando alguien nos aconseja acerca de hacia dónde hemos de ir o lo que debemos hacer?¿O tal vez cuando escuchamos palabras tranquilizadoras?. Quizá sí, al menos en ocasiones. Pero lo que verdaderamente cuenta es que alguien permanezca con nosotros en momentos de dolor y de sufrimiento. Más importante que todas las palabras y que todos los consejos es la simple presencia de alguien que se preocupa. Cuando, en medio de una crisis, alguien nos dice: "No sé qué decir ni qué hacer, pero quiero que sepas que estoy contigo y que no he dejarte solo", entonces tenemos un amigo de quien podemos obtener alivio y consuelo. En una época como la nuestra, en la que tanto abundan los métodos y las técnicas para modificar a las personas, para influir en su conducta y para obligarlas a hacer nuevas cosas y tener nuevos conceptos, hemos perdido el simple, y a la vez díficil, don de estar presentes los unos a los otros. Y hemos perdido este don porque se nos ha hecho creer que la presencia ha de ser útil.
(...)
El limitarse a estar sencillamente con alquien, es díficil, porque nos exige compartir la vulnerabilidad del otro, entrar con el otro en su experiencia de debilidad e impotencia, hacerse parte de su propia incertidumbre y renunciar a todo control y a toda autodeterminación.


Mc Neill, Donald; Morrison, Douglas; Nouwen, Henri; COMPASION, Sal Terrae, España, 1982

viernes, 26 de febrero de 2010

¿Quieren el título de una película.... (a Horacio)

...donde sus protagonistas sean personas con capacidades diferentes?



La pregunta y la escena, me son familiares hace un par de años, y el video sobre el síndrome de Down, me lo recordó.
La escena es,  en la universidad,  en una de las cátedras donde trabajo. El profesor  titular, dentro de sus especialidades, se dedica a todo lo que sea integración y tratamiento de niños con capacidades diferentes.
Durante algunas  clases, se estudia y analiza el Tratado de Salamanca, el cual data de 1994, donde se realizan declaraciones sobre una educación abierta a la diversidad.
Es curioso ver como todos nos sensibilizamos ante esta problemática, apareciendo quienes tiene una vocación explicita a esta situación, como también aquellos que reconocen su limitación en el tema. Pero nadie   niega que,  alguna postura uno debe tomar. 
Lo interesante de esas clases, es que además de analizar el Tratado, se realizan algunas actividades pedagógicas, que dejan a la luz nuestro concepto de "capacidades diferentes".
Una de ellas consiste en dar títulos de películas donde sus protagonistas sean personas con capacidades diferentes. 
Al momento de la exposición, surgen algunos como  "Mi pie izquierdo", "Mi nombre es Sam", etc..., las cuáles si bien son recibidas por nosotros los profesores, no son aceptadas como áquellas que responden totalmente a la consigna. Es ahí cuando acontece el desconcierto en los alumnos, y a fin de contenerlos, aparece la pregunta y la respuesta pertinente por parte del profesor titular:  -¿Quieren el título de una película donde sus protagonistas sean personas con capacidades diferentes? -Sí, claro, profe no se lo guarde, dele. -Entonces, vean una película de amor.

Para pensarlo, no?

Moni

Síndorme de Down

viernes, 19 de febrero de 2010

"TE AMO" (por Bert Hellinger, un sabio contemporáneo)

¿Quién puede decir algo así: "Te amo"? ¿Qué ocurre en su alma cuando dice esta frase? ¿Qué pasa en el alma del otro cuando se dice esta frase?
El alma de quien dice sinceramente esta frase, tiembla. En ella se reúne algo que crece como una ola y lo arrastra. Puede que se defienda de ella por miedo de adónde lo eleva y qué orilla lo lanzará.
Puede que también el otro o la otra a quien se dice esta frase tiemble. Intuyen qué cambia en ellos, cuánto puede comprometerlos y determinar su vida para siempre.
Está también el miedo a sí seremos capaces de mantener esta frase y estamos de acuerdo con ella en todo su alcance y nos podemos abrir a ella, independientemente de si la hemos dichos o nos la han dicho.
Pero no hay frase más hemosa, que nos conmueva tan profundamente y nos una tan íntimamente con otra persona. 
Es una frase humilde. Nos empequeñece y engrandece al mismo tiempo. Nos hace profundamente humanos. 

Funte: Hellinger, Bert, Felicidad que permanece, Rigden-Institut Gestalt - Gaia Ed. Barcelona, 2008



Sin palabras.
Moni

domingo, 7 de febrero de 2010

CLIC !!!

Este sonido me tuvo expectante todo el mes de enero. La causa: cortes de luz cotidianos, sin avisos,  por varias horas, en el momento menos pensado. También ese "clic" era un alivio, cuando la luz regresaba, y todo volvía a funcionar como antes.
Reconozco que me estoy adaptando a las tecnologías y si tenía prendido el aire acondicionado, me fastidiaba aún más. Pensar que lo compré para estar un poco más cómoda y trabajar mejor.
No ignoro todo lo que sucede en torno al calentamiento global, pero debo reconocer que desde mi infancia hasta ahora, "los climas han cambiado".
Una persona mayor y sabia, porque se puede ser mayor y no serlo, me dijo: "¡después del 2000 estamos así"!.
Esta situación me generó mucho fastidio, mi temparamento que tiende a la ira y hacer justicia, me jugó unas cuántas malas pasadas, además de lidiar con la empresa proveedora, con el ente regulador, de aunar esfuerzos con vecinos solidarios,  darme cuenta que hay otros que no lo son tanto, y alguna somatización por ahí. (Porque les cuento que quienes ejercemos esta profesión de la psicología, también tenemos problemas psicológicos, sino como entendemos a los otros!!!)
Por otro lado, subir y bajar escaleras para poder seguir  trabajando y atendiendo a mis pacientes, y tratar de estar lo más serena posible y atenta hacia quienes vienen. Lo que más duele de esta situación, es la impotencia.
Junto con esto que escribo, subí un video que se llama "El sueño americano", y creo que más allá del humor de George Carlin, se confirma que ya nadie nos "representa", como nos enseñaron cuando éramos niños, que nuestra democracia es Representativa, Republicana y Federal.
Acuerdo con Guillermo O´Donnel, polítologo argentino, que nuestras democracias son delegativas. Hemos delegado el ejercicio de nuestros derechos, por desencanto, porque se dice que en esta  posmodernidad que estamos transitando es el "fin de las ideologías", lo que no deja de ser otra ideología.
En fin, ya no tenemos gobernantes, sino dueños,  y dueños que sólo al mejor estilo feudal, u otros régimenes totalitarios, deciden hasta dentro de nuestra vida privada, porque cosas tenemos que optar.
Basta mirar un poco la publicidad, las ofertas con las que constantemente nos invanden para mejorar nuestra "calidad de vida y tener tiempo para..."
La paradoja está en que en éstas situaciones y muchas otras que vivimos no sólo como país, sino también como prezas de un sistema económico hegemónico, es que cada vez que uno quiere ejercer sus derechos, "pierde calidad de vida y tiempo". 
A veces creo que lo tecnológico, además de generar mayor individualismo entre nosotros, animaliza al hombre (mujer y varón). El progreso que fuera el ideal de la modernidad, mostró que el hombre puede llegar lobo para el hombre, como dice Thomas Hobbes..
No sé para dónde irán estas épocas, hacia dónde avanzaremos o involucionaremos.
Desde que salimos del vientre de nuestra madre, buscamos "paraísos perdidos", pero sólo se darán si nos damos cuenta que ese paraíso, lo construimos o lo descubrimos "con, por y para otros"

El sueño americano

sábado, 6 de febrero de 2010

Cuando el alumno está preparado, el maestro aparece


 Siguiendo el camino del Caballero. Los destacados los hice yo. 
Moni


El caballero descartó una idea tras otra por considerarlas poco viables. Algunos planes eran realmente peligrosos. Sabía que cualquier caballero que se plantease fundir su armadura con la antorcha de un castillo, o congelarla saltando a un foso helado, o hacerla explotar con un cañón, estaba seriamente necesitado de ayuda. Incapaz de encontrar ayuda en su propio reino, el caballero decidió buscar en otras tierras.


“En algún lugar debe de haber alguien que me pueda ayudar a quitarme esta armadura”, pensó.


Desde luego, echaría de menos a Julieta, Cristóbal y el elegante castillo. También temía que, en su ausencia, Julieta encontrara el amor en brazos de otro caballero, uno que estuviera deseoso de quitarse la armadura y de ser un padre para Cristóbal. Sin embargo, el caballero tenía que irse, así que, una mañana, muy temprano, montó en su caballo y se alejó cabalgando. No osó mirar atrás por miedo a cambiar de idea.


Al salir de la provincia, el caballero se detuvo para despedirse del rey, que había sido muy  bueno con él. El rey vivía en un grandioso castillo en la cima de una colina del barrio elegante. Al cruzar el puente levadizo y entrar en el patio, el caballero vio al bufón sentado con las piernas cruzadas, tocando la flauta.


El bufón se llamaba Bolsalegre porque llevaba sobre su hombro una bolsa con los colores del arco iris, llena de artilugios para hacer reír o sonreír a la gente. Había extrañas cartas que utilizaba para adivinar el futuro de las personas, cuentas de vivos colores que hacía aparecer y desaparecer y graciosas marionetas que usaba para divertir a su audiencia.


- Hola, Bolsalegre - dijo el caballero - He venido a decirle adiós al rey.


El bufón miro hacia arriba.


- El rey se acaba de ir.


No hay nada que él os pueda decir.


- ¿Adónde ha ido? - preguntó el caballero.


- A una  cruzada ha partido.


Si lo esperáis, vuestro tiempo habréis perdido.


El caballero quedó decepcionado por no haber podido ver al rey y perturbado por no poder unirse a él en la cruzada.


- Oh - suspiró. Podría morir de inanición dentro de esta armadura antes de que el rey llegara. - quizás no le vuelva a ver nunca más.


El caballero sintió ganas de dejarse caer de su montura pero, por supuesto, la armadura se lo impedía.


- Sois una imagen triste de ver.


No con todo vuestro poder, vuestra situación podéis resolver.


- No estoy de humor para tus insultantes rimas - ladró el caballero, tenso dentro de su armadura - ¿No puedes tomarte los problemas de alguien seriamente por una vez?.


Con una clara y lírica voz, Bolsalebre cantó:


- A mí los problemas no me han de afectar.


Son oportunidades para criticar.


- Otra canción cantarías si fueras tú el que estuviera atrapado aquí - gruñó el caballero.


Bolsalegre continuó:


- A todos, alguna armadura nos tiene atrapados.


Sólo que la vuestra ya la habéis encontrado.


- No tengo tiempo de quedarme y oír tus tonterías. Tengo que encontrar la manera de salir de esta armadura.


Y dicho esto, el caballero se dispuso a partir, pero Bolsalegre le llamó:


- Hay alguien que puede ayudaros, caballero, a sacar a la luz vuestro yo verdadero.


El caballero detuvo su caballo bruscamente y, emocionado, regresó hacia Bolsalegre.


- ¿conoces a alguien que me pueda sacar de esta armadura? ¿Quien es?


- Tenéis que ver al mago Merlín, así lograréis ser libre al fin.


- ¿Merlin? El único Merlin del que he oído hablar es el gran sabio, el maestro del Rey Arturo.


- Si. Si, el mismo es.


Merlín solo hay uno, ni dos ni tres.


- ¡Pero no puede ser! -Exclamó el caballero - Merlin y el rey Arturo vivieron hace muchos años.


Bolsalegre replicó:


- Es verdad, pero aún vive ahora. En los bosques el sabio mora.


- Pero esos bosques son tan grandes... dijo el caballero - ¿cómo lo encontraré ahí?


Bolsalegre sonrió.


- aunque muy difícil ahora os parece. Cuando el alumno está preparado, el maestro aparece.


- Ojalá Merlín apareciera pronto. Voy a buscarlo a él - dijo el caballero.


Estiró el brazo y le dio la mano a Bolsalegre en señal de gratitud, y por poco le tritura los dedos del bufón con el guantelete.


Bolsalegre dio un grito. El caballero soltó rápidamente la mano del bufón.


- Lo siento.


Bolsalegre se frotó los magullados dedos.


- Cuando la armadura desaparezca y estéis bien, sentiréis el dolor de los otros también.


- ¡Me voy! - dijo el caballero.


Hizo girar su caballo y, abrigando nuevas esperanzas en su corazón, se alejó galopando.





Fischer, Robert, El caballero de la armadura oxidada

No sé que cosa

Una pena no saber quien es su autor, pero apareció en Facebook. Me pareció bueno compartirlo.
 
 
Escribo esto para todas las almas que sienten que no han echo nada en su vida, y creen, al igual que yo, o por lo menos tienen la idea de que, no existe una finalidad logica para la vida y que debemos de trabajar para conseguir satisfacer nuestras necesidad.
A todos esos que se consideran afortunados de estar vivos solamente, pero que buscan algo mas, les dedico estas palabras.
Hace poco, tuve un encuentro conmigo mismo, un conflicto interno, que realmente me resulta inexplicable de describir. Se te tranca el pecho, no hay una razón aparente para todo ese sentir tan particular.

Lo primero que hice, fue dirigirme a una d las personas mas cercanas,mi mejor amigoy explicarle mi problema. La conversación derivo en que, había algo que yo tenia guardado y que no dejaba salir, por simple miedo, y que debía tomar una decisión.

"Miedo? si ni siquiera sabes que es!" dirán uds, pero realmente, era algo que no se me había presentado en mucho tiempo.

Poco a poco me empece a dar cuenta de que había cosas que por dentro uno a veces siente y no se da cuenta, ya sea por no quiere expresarlas, o porque simplemente no le salen naturalmente.

A veces la respuesta correcta es la mas simple: Hay algo que tengo, siento y que poco a poco se va apoderando de mi. Va controlando mis pensamientos. Es mas fuerte que uno mismo. Casi como una adicción, una obsesión (mas allá de que sean dos cosas diferentes).

En el tiempo que transcurro actualmente, puedo decir que eso que tengo adentro, me esta pidiendo que tome una decisión, que podría ser todo un cambio en mi vida. Me esta pidiendo que deje mil cosas, para ganar otras mil mas, que probablemente aquí no logre llenar.

Lo único que me da un poco de alivio, es que sé que esa "no se que cosa" que llevo por dentro, sale de los mas profundo de mi, y no es dueño de nadie, mas que de mis propios instintos y mi propia consciencia.

Para sacarlos un poco de la intriga, lo que pretendo, es seguir un camino, que me lleva a desprenderme de mi familia, de mis amigos, de mis "amores"y de mi vida (no, por ahora, ahorrense las tendencias suicidas, no soy de esass por suerte), para recorrer un sueño, un camino por el que pocos quieren dejarse llevar.

Solo espero que jamas me llegue el día en que tenga que decirle a alguien o a mi mismo "Te das cuenta, me paso la oportunidad x enfrente d los ojos, y no la supe aprovecharr"

Para todos aquellos que tengan esa "no se que cosa" por dentro, y no se atreven a desprenderse de todo eso que tanto quieren, para cambiarlo por ese pedacito de sueño... Sepan que no son los únicos. Tómense un segundo, y piensen. Pero jamas se arrepientan.

Salu2

Mi viejo siempre me dijo que las oportunidades son como las lianas de Tarzán, hay que poder verlas venir y colgarse de ellas en el momento justo.

Sino, pasan y nunca más regresan, y uno se queda paradito en la rama esperando. ...

Desconozco cual es el camino, pero go for it

O a lo criollo ... a darle pa delante

El helecho y el bambú

"Robado" a otra blogera.
Moni

miércoles, 3 de febrero de 2010